La pista de pádel y otras excusas

Como ya es tradición, asistimos estos días a una guerra infantil de panfletos y contra-panfletos, tratando de justificar lo injustificable: votar no a los presupuestos con 1,7 millones de euros para La Rábita. PSOE y CA saben que lo han hecho rematadamente mal y tratan de buscar excusas, a cada cual mas increíble y subrealista.

Lo más recurrente es que han votado que no porque la pista de pádel no es prioritaria. Es para caerse de culo. Efectivamente, de todas las cosas que nos faltan, la pista de pádel no es prioritaria, pero ¿por que no tenerla? ¿No puede haber una pista de pádel en La Rábita, para ofrecer un servicio más para vecinos y visitantes, y recuperar un entorno abandonado? El caso es que en el casco urbano de Albuñol se instalaron dos pistas de pádel, sin que nadie haya puesto el grito en el cielo. Como siempre, para hacer las cosas en Albuñol no hay problema, y todo se hace sobre la marcha, sin necesidad de que aparezca en presupuestos.

Viene a colación también, el comentario que al respecto dio en su momento Juan Cara, el líder de CA, cuando votó que no a la pista de pádel en La Rábita. Dijo que lo normal era que se instalara la pista de pádel en la capital, sin mayores trámites, que debería dar servicio a todo el municipio. Para La Rábita dijo que se debería de hacer una consulta o, en todo caso, comprobar que si eran muchos los vecinos de La Rábita que subían a jugar al pádel a Albuñol (o al Ejido) entonces si se demostraría la necesidad de poner otra pista de pádel aquí. Más o menos, esto es lo que dijo, y se quedó tan tranquilo. Le falló el subconsciente albuñolero, y soltó la verdad de lo que piensan. Vergonzosamente espeluznante.

Decir que no a los presupuestos por la pista de pádel sería como rechazar mil kilos de garbanzos, porque se ha colado uno negro (que en este caso, no lo es tanto). Las excusas que dan son un insulto a la inteligencia. Si así es como piensan –y nos tememos que sí-, vamos arreglados. Y la excusa de la falta de tiempo tampoco sirve, porque hay cosas tan buenas, que no cabe ni un segundo de duda en aceptarlas. Es como si te ofrecen que de aquí a mañana ingreses en tu cuenta 150 euros y, a cambio, al final del año te devolverán 1.500 €, y tu digas que no, porque me has dado poco tiempo para pensarlo. Hay que poner ejemplos así de básicos para que hasta ellos mismos entiendan lo absurdo y lo injustificable de las excusas que ponen.

En resumen, PSOE y CA han votado que no a unos presupuestos buenos, con medidas económicas y con un 92% de inversiones para La Rábita, 1,7 millones de euros en un año, con inversiones históricamente reivindicadas como el arreglo del Castillo. El PILR tiene clarísimos sus principios y sus objetivos, que son procurar lo máximo para La Rábita. No nos importa de donde venga la propuesta; votaremos siempre que sí, sin dudarlo, cuando sea manifiestamente buena para La Rábita. Nosotros no tenemos dudas ni excusas para eso. ¿Si el 92% de la inversión hubiera ido destinada al caso urbano de Albuñol, hubieran votado PSOE y CA que no a los presupuestos? Todos sospechamos, que seguramente los habrían aprobado.

La tragedia de La Rábita es la de tener unos representantes en política del PSOE, PP y CA que solo les interesa la confrontación política, el insulto y el odio. Ellos actúan primero pensando en lo mejor para su partido y para ellos. Solo miran sus intereses particulares y partidistas, y lo último que tienen en cuenta es el progreso de los vecinos a los que representan. El Partido Independiente es todo lo contrario, y nos enorgullecemos de ello. La tragedia es que no les importa que pasen otros cuatro años en blanco en nuestro pueblo, sin que se mueva una piedra, como llevamos ya tantos años y décadas de decadencia y olvido. Su objetivo es decir que no a todo, y volver al poder, y al pueblo que le den. Lo arreglan todo, sacando panfletos con los que lavar su conciencia, diciendo lo caciques y fascistas que son los otros, y lo buenos que son ellos, y al pueblo que le den. Triste, muy triste.