Contemplamos
perplejos en los últimos días, como el alcalde de Albuñol le niega a nuestros
niños y jóvenes del Rayo Rabiteño que utilicen las instalaciones municipales. Ya
es una vergüenza intolerable, que por ser de La Rábita, no tengan ninguna ayuda
pública, de la que si disponen los equipos del pueblo de Albuñol. Y además, es
que el Sr. alcalde no tiene derecho a negarle la utilización del campo de
fútbol a los chavales, porque no es suyo, sino de todos los vecinos.
El
abuso de poder, el despotismo y el odio a los rabiteños de este hombre ha
llegado al extremo. Queremos que desaparezca de la política ya. No nos
merecemos tanto desprecio, y tanto caciquismo. Es el colmo, a una larga lista
de agravios hacia todos los que no le bailan el agua, como la banda de cornetas
y tambores, a La Rábita CF, exposición fotográfica vecinal, etc. Y es que en La
Rábita, para su desgracia, le hemos salido rebeldes.
Hay
muchos comentarios sobre qué se podría hacer para acabar con este “régimen”. La
postura del Partido Independiente es clara: apoyaríamos una moción de censura
de unidad municipal y basada en unos acuerdos programáticos, para por lo menos
sacar adelante en lo que queda de legislatura algunos proyectos.
¿Y
por qué no se hace? Desde luego, no porque el PILR no lo quiera, sino porque
-es importante volver a recordarlo- somos todos rehenes de Convergencia
Andaluza (CA), sin cuyo apoyo (al menos de una de sus concejalas, y una de
ellas es rabiteña) la moción es imposible. Recordemos que CA es quién aupó a
este hombre al gobierno, con un pacto increíble en el que se repartían cargos y
sueldos, traicionando a las primeras de cambio todas esas promesas de
regeneración democrática que nos vendieron. Menudo fraude.
Ahora
tenemos la herencia que nos dejaron, y que no les da la gana quitar. Dicen que
estarían a favor de una moción, pero imponiendo ellos el candidato del PSOE.
Eso, nos guste más o menos la candidata de ese partido, es inaceptable. Cada
partido es soberano para elegir sus representantes y, además, fue la que se
presentó a las elecciones. Es otra
artimaña más.
Y
así estamos, presos de malos gobernantes de estilo caciquil, y de personajes
que anteponen sus odios e intereses personales, al interés general del pueblo.
El Partido Independiente somos distintos. Queremos el cambio. Queremos lo que
debería ser normal, pero por desgracia no lo es: transparencia y política al
servicio y al beneficio del pueblo, de todos los vecinos por igual. El gobierno
del Pueblo.