En el Pleno extraordinario celebrado el 29 de noviembre de 2012, ha sido rechazado de manera unánime por todos los grupos de la oposición, el proyecto de presupuestos para 2013 presentado por el alcalde. Era lo que Juan María Rivas pretendía, al presentar el proyecto con sólo dos días de antelación, y sin querer negociar nada, a pesar de saber de su notoria minoría.
Una pantomima de presupuestos, que eran un insulto a los concejales y a los vecinos del municipio, y de los que no se podía esperar otra cosa que su rechazo. Baste concretar un ejemplo, como que a pesar de todas las necesidades urgentes y de las inversiones pendientes y aprobadas en pleno, la máxima prioridad inversora que proponía el equipo de gobierno del Partido Popular, era la construcción de una piscina en la capital del municipio, como no. Para La Rábita y para todo lo demás, cero euros.
El Partido Independiente hizo un brillante papel, de la mano de su concejal Nicolás Ayala, desmontando de manera razonada este infumable presupuesto, y refutando de manera coherente y respetable todas sus insidias.
Juan María Rivas pide a gritos salir del Ayuntamiento, y encima lo hace a su estilo, con soberbia, falta de democracia y mala educación. A un gestor al que se le rechaza por segundo año consecutivo los presupuestos, no le queda otra salida digna más que irse, aunque no lo va a hacer. Y lo peor es que lo padecemos todos los vecinos, con un ayuntamiento ingobernable y mal gestionado. Confiemos en que pronto pueda cambiar la situación.
