Noticia en el periódico:
“Albuñol firmará un convenio
con el Gobierno para construir un espigón que proteja sus playas de temporales.
El subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez
ha querido poner de manifiesto "la firme voluntad del Gobierno de España
por seguir contribuyendo al desarrollo turístico, a través, en este caso, de la
mejora de la oferta de sol y playa.
Se atiende así la petición expresa de la alcaldesa
del municipio de Albuñol, María José Sánchez, quien también ha mostrado su
disposición a firmar el convenio con el Ministerio para construir un espigón en
la playa que proteja la playa de los temporales. El convenio se está redactando
y ya se han iniciado los estudios técnicos necesarios para acometer la obra”.
Lamentablemente, esto es un deseo y no una realidad. La
noticia verdadera es que la obra se hará en el municipio vecino de Polopos. Puedes
ver la noticia AQUÍ.
¿Qué pasa en este municipio para que no se haga nada?
¿Por qué siempre somos los últimos, el “culo del mundo”? Desde luego somos muchos
vecinos los que estamos cansados de la apatía, de la resignación, del estado de
derrota al que históricamente nos somete la incompetencia y la desidia política
de este ayuntamiento, y que nos ha llevado a estar en el furgón de cola del
progreso y el desarrollo. Todos a nuestro alrededor progresan, y nosotros todo
lo contrario, estamos en decadencia.
La tradicional falta de determinación, la dejadez, y la ineptitud
desde el Ayuntamiento, y también -porque no decirlo- la primacía de los
intereses partidistas sobre los del pueblo, hacen que el proyecto de protección
y recuperación de nuestro litoral, absolutamente necesario, urgente y
fundamental, lleve años -décadas- en el olvido, lo mismo que el desarrollo de
nuestros pueblos.
Es el momento de darle la vuelta a la situación. No
se puede esperar más. Y es muy fácil la solución: QUERER HACERLO. Querer es
poder, y con determinación, voluntad y firmeza no hay obstáculo insalvable para
que el proyecto de Costas sea una realidad, y podamos tener pronto unos
espigones que nos protejan.
Y como eso, todo. Luchar, jamás rendirse ante un
no, insistir, movilizar a toda la población, a los medios de comunicación, poner
en evidencia a quien lo merezca, y seguir con voluntad firme e inquebrantable
hasta el final. Así el pueblo gana.
Y en esa dirección tenemos que remar todos a una. Progreso,
desarrollo, oportunidades: vamos a hacer que suceda.