Blog independiente de opinión e información

martes, 17 de septiembre de 2013

Recuperar los valores

Vivimos tiempos en los que se están perdiendo, sino se han perdido ya, nuestros valores fundamentales. Por el contrario, nuestra sociedad vive en la envidia, el egoísmo y la mediocridad, contagiando a una clase política corrupta y mezquina.

Los grandes partidos políticos han creado un monstruo, caracterizado por el bipartidismo, la corrupción, la prevaricación, y el sectarismo, que ha echado ha perder la democracia real. Los grandes partidos ya no están preocupados por el pueblo y en atender las necesidades de la sociedad, sino por mantenerse a toda costa en el poder. El partido es ahora lo primero, y el sistema establecido arrasa con cualquier intento reformador.

En nuestro querido pueblo pasa lo mismo. Seguramente, su situación de abandono, dependencia y atraso es fiel imagen de la mayoría de su sociedad. Sobran envidiosos, mediocres y personas vacías que se mueven al son que más les conviene.

Pero aunque para ellos les sea imposible de creer, todavía hay personas comprometidas y con valores, que trabajan por el bien de la comunidad. Estos somos el Partido Independiente de La Rábita. No somos perfectos, ni los mas simpáticos, ni los mas guapos, ni carentes de muchos defectos, pero somos independientes. Independientes de la corrupción, de la falta de valores, de la falta de compromiso con el pueblo, de la desigualdad y de la dictadura que nos imponen esos grandes partidos políticos.

La demostración es una lucha continua durante ya 20 años de un grupo de vecinos que en lugar de criticar, de venderse al mejor postor, y de no hacer nada, al menos se revelan contra el atraso, el sectarismo, la mediocridad y el trato injusto al que nos someten y siempre nos han sometido desde Albuñol. Y da igual qué partido político sea. Nos revelamos contra los que quieren tratarnos como a ciudadanos de segunda.

Y seguimos en esta lucha desigual, de un modesto grupo de vecinos frente a la poderosa maquinaria de los partidos, porque nuestra satisfacción no está en las victorias electorales ni en los réditos que otros pretenden conseguir metiéndose en política. Nuestra satisfacción está en luchar por nuestro pueblo –por nosotros mismos- y por lo que creemos que es justo. Creemos en una democracia real, en el gobierno del pueblo, en la igualdad con independencia de donde se viva, en el respeto y en recuperar esos valores ahora decadentes que nos han permitido crear la sociedad del bienestar que ahora esta en peligro.
 
Nosotros, al menos, ponemos nuestro granito de arena.