Unos columpios y un ascensor

El último pleno municipal dio mucho juego. Todos los concejales albuñoleros se quitaron la máscara, y demostraron una vez más que, en cuanto a La Rábita se refiere, todos se unen para votar en contra de ella. Para esto no hay ideologías, ya no importa la izquierda ni la derecha, ya no se insultan los unos a los otros, en esto Juan María y José Sánchez van de la mano, solo importa estar unidos en contra de La Rábita.

La frase lapidaria la puso, como casi siempre, José Sánchez, en un alarde de simplismo y mediocridad, que es lo que por desgracia caracteriza a todo lo que se hace en ese ayuntamiento desde que lo gobierna el sanchismo, y que es lo que ha heredado su hija. Él no se podía explicar el por que los rabiteños querían una ELA si “La Rábita era la mimada del Ayuntamiento. Fijaros -dijo- si esto es así, que hasta allí se pusieron antes los columpios y en La Rábita se puso primero el ascensor en el edificio de usos múltiples”. Motivos más que suficientes para que los rabiteños nos conformemos, veamos cuanto nos quieren, y no protestemos mas sin razón.

Eso si, según los albuñoleros, el municipio debe permanecer junto y unido para alcanzar lo mejor. Claro está, lo mejor para el pueblo de Albuñol. Juntos y unidos para que, con nuestro dinero, se centralice absolutamente todo en la capital. Recordemos todas las instalaciones que están en Albuñol: Instituto, Centro de Salud, Guardería, Pabellón Cubierto, todas las oficinas del Ayuntamiento, Policía Local, INEM, juzgados, Campo de Fútbol, Residencia de Ancianos, el Cuartel de la Guardia Vivil, etc. A nada de esto tenemos derecho los rabiteños en nuestro pueblo.

Pero rabiteños alegraos, tenéis unos columpios y un ascensor. ¿Para que queréis una ELA? (José Sánchez).